Barbie baila

-Disculpen, pero me gustaría hacer una llamada... -comenzó a hablar, olvidando de nuevo donde se encontraba. Tampoco dio mucha importancia al ambiente oscuro y a los diez gatos que la acompañaron durante el trayecto hasta una pequeña habitación.
-Ai telefonin mai jaus -dijo, como si hablara la lengua con total naturalidad-. ¿Yu tienen un telefon? -preguntó, recordando una canción y, un poco para perder el miedo y un poco para ver si alguien la entendía, comenzó a tararear una pegadiza musiquilla de Lady Gaga. Su alegría natural se terminó cuando una escopeta de cazar patos se introdujo entre sus mechas, manchando de aceite sus extensiones.